Bajo cero, mordiendo el aire

 "Has vuelto a salvarme la vida, y tú sin enterarte"

 Hoy en mi última caída libre.
Aquí casi en combustión, y me has dejado de escuchar.
Ya no me interrumpes.
Como dos extraños ahora.
...

Quizás ya no sepa si te abracé lo suficiente..
O nos ganó la prisa traicionera como tantas otras veces.
No entiendo como fue.
No te esperaba, no te espero.
Ahora.
...

Este invierno de alto voltaje, largo y tedioso, enfocado en errores.
Ya basta.

Ya entonces debí entender que prevenir no te salva de que tengan que curarte después. Pero yo siempre he creído más en eso de nunca digas de esta boca no beberé, hasta ahogarte en la última gota que lloró en el vaso.

Cúlpame, me digo mil veces.

Porque sí, porque me guardé tu voz entre "mis cosas"
Y no me arrepiento.
Dejo una luz encendida.
Aunque ya no queden fuerzas.
...

Fuera el esperar, no hay necesidad las cosas vienen, y no cuando más lo queremos específicamente.

Mi confesión de hoy es para esas personas que viven hilados a una esperanza que puede que ni siquiera exista, pero claro si nos ponemos tiquismiquis, hay muchas cosas en las que confiamos, que conservamos con esperanza..y que ni siquiera existen incluso sabiendo de ante mano que no son reales.

El desconsuelo nos muerde, y nosotros seguimos ahí, dando que hablar, dando guerra creyendo en falsas ilusiones, en momentos creados por ideas vanas que habitan en nuestra fantástica mente.

Kamikazes a punto de estallar.
Revolucionando nuestra fantasía al descubrir esta burda e hipócrita verdad.
La realidad.

Y no la opuesta, la que nos hace inventar y agrandar la esperanza.
Esa esperanza que debe coger la puerta, y largarse.

Y al fin se acabó esta absurda orgía de idas y venidas.

"Tu ruido revienta en mis oídos, que alguien detenga mis latidos al escucharte".
Dedícame un poco de tu risa, ahora que el directo no se nos da bien.


                                                                                                                                          ThB.