Teal Moustache Realidad divagada: Sedienta devoción

domingo, 17 de junio de 2018

Sedienta devoción





 ·Jamás te averguences de aquello que te hizo fuerte ·

Ayax.


Tú, mi eterna religión

Mi razón te rinde obediencia,
mi amor te reza cada día.

Eres el equilibrio entre mi corazón, mi mente y mi piel.

Mi guerrero incansable,
que me regalas a diario tu constancia,

tu lucha.

Noto tu vibrar,
incluso si la distancia está a nuestro lado
y, ya no siento miedo.

Ya no me enredo en pasadizos oscuros,
ya solo me pierdo en amar sin papeles secretos,

ya no existen aquellos ojos vacíos que me enganchaban, detrás de tus parches ya no oigo desde tan lejos tu plan macabro, miedo,

tú, miedo, promete dejar de darte por aludido,

ahora solo mírame desde ahí, destruído,

solo quiero idas y venidas pero con lo que amo,
porque eso es lo justo,
hacer de aquello que me quiera mi credo,

los juegos insensatos esquivo,
y, amor en tu tablero me fundo.

Llegó sin querer queriendo,
prometiendo ser mi tierra en mis días ajetreados,

prometiendo sin querer completar mis páginas en blanco,
apretujando mi alma con solo un destello,

y, desterrando nuestro frío,

llenas todo el espacio con tu empeño
ese que, hace que resuelvas todo,

hasta lo que parece imposible e inexplorado.

Eso es lo que entierra cualquier posibilidad de que salga mal,
de que la vida pueda con nosotros,

eso es, lo que hace que te adore

eso que, te llevará a conseguir lo que desees

eso que, nos hace protagonistas de lo nuestro,

las ganas.



 ·Miss.Tina·



Tiene veintitantos
y ha ganado mi torneo de ajedrez. 

Sabe como hacer para mover
mi vida en el tablero. 

Hace lo que quiere con mi voz
y me roba media almohada.
Ha llegado a tiempo y sin querer
ha parado mi escapar.

Déjame verte cuando pises tierra firme.
Déjame hacer un estribillo vencedor.
Quiero volver a verte cerca,
quiero hablar con la que lleva
tu contestador, márcalo.

Yo quiero darte tanto amor, tanto amor.

Sigo dando vueltas.
Sigo tus destellos de neón.
Noches de poetas.
Noches de apretarse el corazón.

Déjame verte cuando el miedo te haga caso.
Déjame verte porque nadie te olvidó. 

Solamente quiero darte un poco de calor,
y que cuando tengas frío,
tengas tanto, tanto, tanto, tanto frío,
tanto como yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios:)