Infinito

Nada es para siempre, nada es infinito..

Todo fin llega, y solo quedan los recuerdos..intentas olvidar los besos, los roces de manos, las miradas, las sonrisas, las mariposillas dentro de ti..queriendo salir inevitablemente...

Piensas, creíste que aquello era para siempre, que lo bueno, lo mágico siempre perdurará.
Luego analizas cada pelea, cada frase..ese "no quiero que vengas"..esas miradas de reproche, como si tú hubieras hecho algo malo..

Si buscabas que me sintiera mal..si buscabas una reacción, si buscabas un perdón de mis labios..estás muy equivocado.

Entonces, recuerdas cada momento, cada beso, cada choque de miradas..tan adictivo que duele..¿cómo se puede querer tanto a alguien cuando solo busca hacerte cambiar?
No voy a ser diferente.
Siempre dices que creo tener la razón..ja, eres tú que siempre necesitas que vaya detrás de ti..
Dices que soy orgullosa, oye mi risa, si fuera orgullosa, si si, realmente orgullosa..no estaría ahí, siempre..a tu lado..pase lo que pase.
Tus manos con mis manos, tus ojos con mis ojos..

Si quieres a una chica que esté esperando por ti, no soy la adecuada.
Puaf, pero es tan grande todo esto que siento por ti..que lo cambia todo.                                                                                                                                 ThB.

El desayuno

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».

                                                           Luis Alberto de Cuenca.