Desde pequeñitos nos educaron con los típicos ideales de desear un "final feliz"..Así nos va que ponemos todo nuestro empeño en ello, sin saber que lo mejor está por el camino..ahí está nuestra felicidad. Creando nuestra propia historia..feliz.
"Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día.
Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes
de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a
pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo
diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte
sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Todos los días te quiero y te odio
irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco,
en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me
preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti
durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor
mío?"
Jaime Sabines
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