·Quizás no sea amor,
quizás ni se asemeja a ello,
quizás solo es una manera de buscar sentirnos diferentes,
esa chispa que nos cuece la vida,
que nos la completa·
La clave está en cómo nos enfrentamos a las cosas.
Siempre fuiste mi siguiente etapa, solo que no supimos verlo.
Pulsaciones a cien.
a mil por minuto.
vienes trayendo guerra disfrazada de paz en huracanes fríos,
oscuros,
como tú.
Te empeñas en marear, pasado,
Te empeñas en marear, pasado,
y a ti presente, de ti no es quien espero la llamada,
por mucho que te escueza,
no puedo controlar eso,
nadie puede controlarlo,
nadie puede decidir por quien esperar aunque solo sea para observarse desde lejos,
aunque la distancia esté presente,
aunque no signifique nada en especial para los demás,
que solo tú lo aprecies,
que nadie lo comprenda.
Pero ya aprendí a no esperar, nada.
A nadie.
Siempre he pensado que en esta realidad tenemos un don,
una especie de poder,
nada de invisibilidad ni mucho menos leer mentes,
hablo de manejar, de poder cambiar el estado de animo de los de tu alrededor,
de tu entorno,
hacerlo bonito,
o por el contrario tan pésimo que asuste,
se trata de transmitir lo que quieres ver,
de transportar a un modo automático de fuera lo malo, lo aburrido,
automatizar las risas,
las miradas en silencio y la vida a través de tomarnos un respiro.
De cambiar el rumbo,
de llevar hasta el punto de hacer lo que quiere el corazón,
tu parte emocional,
esa que tu parte racional escoge guardar,
por temor.
Y no aprovechamos nuestro poder,
no lo suficiente,
no transmitimos todo el amor que queremos recibir,
no transmitimos el tachar de nuestra lista el sufrimiento,
si mostramos eso solo recibiremos lo mismo,
no podemos esperar que nuestra ira no se vea reflejada,
la única manera de controlar eso es encontrando el mecanismo perfecto para manejarnos.
Y entonces ahí,
limpios de tanto mundo irreal,
de tanta mentira enlatada no mostrando ningún final,
ahí, despertaremos de tanto adormecimiento.
Solo así permaneceremos intactos,
altos.
Si dejas caer tu poder en el olvido solo desaparecerás con él.
Las oportunidades, esas que no son intermitentes,
solo buscan ser atrapadas.
por mucho que te escueza,
no puedo controlar eso,
nadie puede controlarlo,
nadie puede decidir por quien esperar aunque solo sea para observarse desde lejos,
aunque la distancia esté presente,
aunque no signifique nada en especial para los demás,
que solo tú lo aprecies,
que nadie lo comprenda.
Pero ya aprendí a no esperar, nada.
A nadie.
Siempre he pensado que en esta realidad tenemos un don,
una especie de poder,
nada de invisibilidad ni mucho menos leer mentes,
hablo de manejar, de poder cambiar el estado de animo de los de tu alrededor,
de tu entorno,
hacerlo bonito,
o por el contrario tan pésimo que asuste,
se trata de transmitir lo que quieres ver,
de transportar a un modo automático de fuera lo malo, lo aburrido,
automatizar las risas,
las miradas en silencio y la vida a través de tomarnos un respiro.
De cambiar el rumbo,
de llevar hasta el punto de hacer lo que quiere el corazón,
tu parte emocional,
esa que tu parte racional escoge guardar,
por temor.
Y no aprovechamos nuestro poder,
no lo suficiente,
no transmitimos todo el amor que queremos recibir,
no transmitimos el tachar de nuestra lista el sufrimiento,
si mostramos eso solo recibiremos lo mismo,
no podemos esperar que nuestra ira no se vea reflejada,
la única manera de controlar eso es encontrando el mecanismo perfecto para manejarnos.
Y entonces ahí,
limpios de tanto mundo irreal,
de tanta mentira enlatada no mostrando ningún final,
ahí, despertaremos de tanto adormecimiento.
Solo así permaneceremos intactos,
altos.
Si dejas caer tu poder en el olvido solo desaparecerás con él.
Las oportunidades, esas que no son intermitentes,
solo buscan ser atrapadas.
·Miss.Tina·
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