El llanto es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa y que nos sobrepasa en cualquier momento. Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido completamente atrapadas.
El llanto es parte del aprendizaje y del desarrollo humano, pero conforme nos hacemos adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas como "cosa de niños", nos las permitimos en muy pocas ocasiones.. y sólo cuando es imposible tragárnoslas.
La tristeza, el estrés, el dolor, la alegría, los nervios, la angustia, la emoción..son sentimientos que podemos traducir en lágrimas. Cuando lo hacemos nos sentimos mucho mejor, pero si ahogamos el llanto sólo logramos aumentar la tristeza, o cualquier sentimiento que nos provoque malestar.
Las lágrimas que no derramamos pueden enfermar nuestro cuerpo y nuestra alma, por eso hay que aprender a llorar de nuevo, algo muy difícil en sociedades en las que llorar es algo que se hace muy pocas veces y preferentemente en privado, por miedo al "que dirán"... cuando deberíamos de hacer lo que cada uno sienta.
En algunas sociedades existen las "plañideras", oficio que consiste en llorar las penas de otras personas, y ayudar así. En otras, el llanto colectivo es algo socialmente establecido en momentos de crisis y desgracia.
La costumbre de llorar en público en las sociedades occidentales, en especial en el caso de los hombres, es algo que no se da a menudo y, cuando ocurre, suele ser un llanto silencioso, casi furtivo.
"Llorar no es de hombres" dicen las madres a sus hijos pequeños, pero el llanto de los niños, sea hombre o mujer, es parte de su desarrollo. Es una forma de atraer atención a sus necesidades básicas, como la comida, el frío o el sueño, y de expresar sus emociones. Recuperar el llanto cuando se es adulto es bueno, porque llorar no nos hace más débiles, sino mucho más fuertes.Y bueno, dicen por ahí que después de llorar se ríe..más y mejor.
ThB.
Así es. Llorar es recorfontante.
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