Debemos saber cuando y como renunciar.
Aunque la mentiras te rodeen y no puedas hacer frente a tanta cobardía ajena.
Tan absurdamente ajena a ti, tan lejos y a la vez tan en ti.
¿Por qué? ¿Por qué mentir? ¿Por qué mentir a alguien que te quiere?
Ya dejamos fuera lo que tú puedas llegar a sentir por esa otra persona, olvidemonos de eso.
¿Por qué no entregarle mínimamente lo que te ha dado? Un simple espejo de acciones.
Solo igualar, hacer balance de todo e igualar.
Y luego si quieres renunciar, renuncia.
Pero es tan triste mentir a alguien en la cara, admiro a veces a las personas que pueden hacerte ver algo que no es, que no existe. Y te inventan motivos, razones banas para crear una mentira aún más grande.
Con lo fácil que es recurrir a la verdad.
Nos hace libres, nos equilibra.
Nos sana.
Nos devuelve la confianza.
Y luego recapacito, y pierdo esa idiota admiración hacia personas así, se convierte en lástima, nunca querría ser así, me acabaría creyendo mis propias mentiras.
Cuando diga que haré algo y después, después olvidaré.
Las mentiras hacen que olvides, el olvido llega y ni te das cuenta.
ThB.
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