·El que merece no pide·
Es tan sencillo, acabamos enamorándonos de quien demuestra que le importas, y olvidamos a quien no se esfuerza por nosotros.
Derrochamos falta de sinceridad a la hora de querer cambiar lo que sentimos.
Nos arriesgamos a enfrentarnos a promesas hambrientas.
Juramos sentimientos que sabemos de sobra que no son eternos.
Somos lo que juramos.
Por qué sí, aceptemos de una vez, que todo no es para siempre, que a día de hoy lo mejor que podemos creer, a lo que podemos aspirar, y si la suerte nos acompaña claro..es a durar con esos sentimientos años, atarnos a ello años.
Pero no para siempre, eso es costumbre, amor rutinario. Cariño.
Y eso se aprende con el tiempo.
Y no hay nada que podamos hacer, aunque queramos que esos sentimientos permanezcan.
Lo que queda es eso, lo que aprendimos a sentir, lo que nos hizo sentir.
Y bueno luego las personas vienen y van.
Pero eso, es otra historia.
·Miss.Tina·
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