Acariciando el fuego

 ·Ya quisieras que algunas manos te toquen como lo hacen mis palabras·

-¿Y tú qué sabes del amor?
-Yo te sé a ti de memoria

Que triste eso de que solo tú veas el sentimiento, que lo sientas, y que los demás lo tomen a risa.

Que burda realidad,
que estúpida,
que insensata,
que  cercana,
que volátil.


Que solo piensen en sí mismos, en lo que quieran,
que lo atrapen,
que lo retengan,
que saquen lo mejor de ello,
y desaparezcan.

Buscando nuevos destinos,
nuevos sentimientos,
sin pensar en más que en su bien.

Sin preguntar,
sin mirar,
sin esperar.

Hacen que la calma huya,
dejando espacio a la rabia,
cansada de estar escondida,
abrumada de que la tomen a risa,

reventada de excesos,
destrozada,

La calma ya no quiere jugar más.

Y entonces ya no habrá perdón que valga.


Pero que triste que es que exista tanta indiferencia, que solo tú veas como no queda nada, solo queda egoísmo, inmadurez.

Ni paz, ni absolución.

·Miss.Tina·

Ahora no me quedan palabras.

¿Como te fuiste sin decir lo que pensabas?

Cierra las puertas tras de ti por si se te ocurre volver.

Si no quedan ganas.