·Cuando estás con alguien que te hace daño no es porque quieras a esa persona, es porque no te quieres a ti·
Espero que me comprendas, como nunca.
A ti falsa virtud,
envuelta de puro egoísmo,
a ti te escribo,
a ti te confieso,
sin tapujos,
que tu compañía ya no hace eco en mis latidos,
te ríes allí,
creyendo que sigues vivo aquí,
en mi texto,
en mi suspiro,
en mi mudo y callado reclamo,
tan desalentado como cortado,
tan desorientado como desanimado.
Tu desganada gratitud ya no me llega,
hace siglos que no me acaricia,
y más de dos vidas que no me lleva a tu perdición.
Falsa virtud,
buscaste que te quisiera para después darme lástima,
sin querer llegar a odiarte,
ya estás atrás,
y te quiero dejar ahí, sin más.
Hay que cerrar la herida.
Parece que la felicidad se hace diminuta.
Esa tan diminuta que asusta,
esa que hace que aceptes el "¿por qué no?" en vez del derrotado ¿por qué?
ese que nos acerca al miedo,
pero no ese miedo pesimista,
es ese que te hace querer avanzar y superarlo,
ese que te hace cometer locuras, pasarlo todo.
Encuentra ese ¿por qué no?,
atrápalo,
Ese "¿por qué no? que nos da mucha más felicidad que el ¿por qué?.
A ti,
que venías derrotando planes,
tan fugaz como tus carnavales,
como tu tormenta sobre mí.
A ti,
que desgarras mis sentidos,
a ti,
que solo buscas que te comprendan sin hacerlo tú,
para luego venir a pedir un vacío perdón.
Ahora falsa virtud,
no eres más que un mal sueño,
me hice amiga de la falta de insomnio,
me acostumbro,
me adapto,
me quiero.
Deja de subestimarme.
Ya no tengo ninguna historia más de ti por contar.
·Miss.Tina·
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