De un soplo,
buscamos crear lo imposible.
Y hoy,
el cielo cae sobre nosotros.
El amor nos encontró del revés,
y ni siquiera lo ves.
Me entregué hasta el punto de ser parte de ti,
y, ¿no se trata de eso?
Tan fugaz y efímero,
pero con plena consciencia, sin juego alguno.
El presente está invadido por la rareza en la que nos perdemos, ahora,
por como ahora nos encontramos como dos extraños.
Nada de rivales,
solo desacostumbrados.
Superficialmente cuerdos y ordenados,
cuando solo estamos esperando al mínimo renglón en mala posición para cambiar el rumbo,
para huir.
Para no luchar con el persistente miedo que nos atrapa cada vez que quiere.
Sintiéndonos intrusos de nuestra propia vida,
sintiéndonos dueños de otras vidas, encerrando ahí nuestros sentimientos,
deseosos por encontrar un puerto seguro.
Aparentando nada y a la vez todo.
·Miss.Tina·
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