Hoy no voy a ser quien quieres que sea.
Atada a tus manos, aquí voy.
Mi confesión de hoy es para esa estúpida y absurda dependencia que sentimos cuando creemos enamorarnos.
Y sí, digo absurda porque nosotros solitos podemos valernos, y hacer todo cuanto queramos, todo lo que deseamos.
Sin necesidad de que alguien venga por arte de magia y lo haga por nosotros.
Una cosa muy diferente es eso de que las personas quieran ayudarnos, o simplemente quieran demostrar ciertos sentimientos no con palabras sino con hechos.
Porque aceptémoslo, no todos somos iguales y tenemos facilidad a la hora de decir todo lo que se siente.
Existen personas cerradas, o que sencillamente prefieren demostrar de manera distinta.
Pero volviendo al tema principal, debemos de saber sobrados, que no necesitamos de nadie para realizarnos.
Y los príncipes y las princesas solo se encuentran en los cuentos.
Nosotros mismos nos hacemos incapaces de continuar, de hacer nuestra vida, solo porque en nuestra cabezota no quiere salir la egoísta idea de no poder hacer nada, sin la otra persona.
ThB.
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